Estimadas
familias:
Nuestro principal cometido como docentes es, obviamente, conseguir la
mejor formación académica posible para nuestros estudiantes. También lo es, en
gran medida, la transmisión de valores democráticos que faciliten su
integración en la sociedad. Consideramos que en la transmisión de dichos valores las familias jugáis un papel
extraordinariamente importante.
En este sentido, observamos que es cada vez más habitual, aunque sea un
síntoma democrático muy sano, que nuestros alumnos/as son conocedores de sus
derechos. Lo que nos preocupa un poco, sin embargo, es que algunos/as no
parecen serlo tanto de sus obligaciones.
Durante el presente curso escolar, aunque de manera más acusada durante
las últimas semanas, se vienen sucediendo en el centro una serie de
comportamientos incívicos que nos parecen enormemente preocupantes y que, en
muchas ocasiones, rozan el vandalismo puro y duro. No hablamos de cuestiones habituales,
como la suciedad excesiva de las aulas o el recreo, o pintar sobre los
pupitres, sin duda también importantes, contra las que se pelea todos los días.
Hablamos de comportamientos que, además de intolerables, demuestran un absoluto
desprecio hacia lo común, hacia lo de todos/as. En conclusión, una enorme falta
de respeto hacia el resto de personas que conformamos la comunidad educativa:
estudiantes, profesorado y familias.
Para traducir las palabras a los hechos basten los siguientes ejemplos: durante
el presente curso escolar el centro ha sufrido rotura de puertas a puñetazos, realización
de agujeros en las paredes con bolígrafos o llaves, rotura de persianas por mal
uso, rotura de lamas de persianas a patadas, pérdida y rotura de material
deportivo continuamente, uso inadecuado de los baños (estudiantes orinando
fuera de los inodoros semanalmente o atascándolos con el uso excesivo de papel),
rotura de pulsadores de alarmas de incendios, rotura de interruptores de la
luz, lanzamiento de material didáctico por las ventanas con el consiguiente
peligro para coches y viandantes, etc. Todo esto conlleva, además de una merma
en la convivencia del centro, grandes desembolsos de dinero público (dinero de
tod@s) en reparaciones y compras. La mayoría de las veces estos hechos
vandálicos quedan impunes porque se desconoce la autoría de los mismos.
Por todo esto solicitamos vuestra colaboración para que dialoguéis con
vuestros hijos/as a fin de intentar revertir esta situación.
A principios del próximo curso se invitará a las familias a través del
AMPA a consensuar posibles soluciones a estos problemas.
Aprovechando la ocasión, os enviamos un cordial saludo.
Equipo Directivo del IES Valle del Huecha